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El lamento del peatón, por Jaime López

El lamento del peatón, por Jaime López

Nov 30, 2021

Fugaz ciclista y motobiker de canción, Jaime López presentó con gran generosidad la Crónica Biciteka y nos regaló un blues peatonal

Por Jaime López

Lo mío lo mío no es el ciclismo azteca. Yo solo sé que que no sé náhuatl. Y cuando mucho, soy eso que llaman gente de a pie, molestia aparte. Sin embargo a los amigos hay que quererlos a pesar de sus virtudes...y a las amigas más. Además...¡Viva Portales, biciperros!

Tezcatlikoka Cozcatzin, gracias por tu aprecio a mi persona pero respecto a mi personaje no soy lo que dices...eso de cronista. La única crónica que he llegado a producir es la de una tos que, pandemia aparte, es ya un AK47 cuerno de chivo o rifle de repetición como se decía en épocas Postecnochka.

(...) Así que es todo un honoris causa esta invitación a presentar el libro Crónica Biciteka, la verdadera conquista de la Gran Ciudad de México, de doña Georgina Hidalgo Vivas, la diva acá reinante más allá de Monsiváis, que a Paz alcance, con ilustraciones de Juan Morales, prólogo de Rogelio Garza lanzado por Producciones El Salario del Miedo. (...) En esta especie de literatura-cómic, que va de Bernal Díaz del Castillo al Chanoc con personajes de carne y hueso y sexofricción, Cozcatzin narra como un extraterreste muy belga con sus aliados bicitines, descendientes de la mítica BiciAztlán, inspirados por el dios Bicilopochtli y al grito de al menos nos vamos a divertir, van subvirtiendo el orden del asfalto irregular, entre baches y topes, semáforos descoordinados aparte, de la burocrática México-Tenochtlitán, Valle del esmog, Meca de los Imecas, escombroso calpulli de Terremotzin, plagada de automóviles manejados por, disculpando el pleonasmo, autómatas godínez.

(...) Esta urbe; monumental ubre de concreto, es un ajolote que ha mutado desde la prehispanidad, pasando por esa ciudaDFrontera que es aún el DF, hasta tener sed de mecos. Y sin embargo se mueve. El Congal de Galileo y su dignísima Calzada de Tlalpan, donde la Pequeña Gluglú, Daniel el Travesti y el estropajo con agarraderas imperan, sigue cantando: Hey babe, take a walk on the wild Side...on the Tlalpan Avenue...pero ahora en bicicleta (aunque está difícil levantar a una de estas estrellas del talón en una canastilla y con escaso glamour arribar a un motel, apócope de motor-hotel, remember that well, que llegará pronto a ser bicitel, aunque suene a telcel...anyway, de morena a güerita, entre pejezombis y Slimhípsters, ahí te vez).​

Pero cuando era veinteañero y mis reflejos no estaban reflojos, tuve una bicicleta de carreras roja, cuyos restos deben estar aún en algún deshuesado de cierta azotea. Para un noctívago, que sigo siendo, empedernido pues y en pedo sigo, era un gran transporte para rodar por una ciudad toda mía. Hasta me daba el pueblerino lujo de acompañar a mi damisela, ella, eso sí, en su vocho. Pero el regreso a la vampicueva era todo un solitario placer.

Yo que en un principio monté a caballo fui fugaz ciclista, motobiker de ocasión y de canción, chafirete hasta presenciar cómo el Gran Simpático se me volvía Antipático, prefiero últimamente ser el peatón de toda una vida. Me he politizado en la cultura vial. Ahí se nota lo inculto e irrespetuoso, amén de lumpen inconsciente que se pueden llegar a ser: en el auto, en la bici, en el metro, incluso a pie, la falta de respeto al trayecto ajeno es la guerra...y ésta, mentira que sea una extensión de la política. La política consiste en el arte de convivir a través de la diferencia. We got to live toguether, no es sólo una buena rola.

Hot cake, Bicitekas, están en la ruteka correcteka, pero no se olviden de que más abajo de la bici, el último en la cadena alimenticia vial, es el peatón (la peatona incluso tiene preferencia por la senda rosa). Y el LAMENTO PEATONAL dice así:

Sabrán que soy peatón empedernido,​ 

no quiero al perro ni a sus desperdicios;

aparte de su caca que respiro, 

está la que por la banqueta piso;

ni hablar de su ladrido y sus colmillos

o de su dueño sea pobre o rico...grrr.

 

Sí, a éste ser muy responsable exijo 

y pague algún impuesto parecido

al poseer un arma de peligro

seguro me echara a los eximios 

aquellos, socios del mejor amigo

que lucran protegiendo al asesino...grrr.

 

No suple nunca la mascota al hijo

y un hijo no es un perro para circo, 

ningún regalo paga e lujo indigno

de ser en la ciudad niño perdido

y terminar en carne de taquitos

con todo y los desechos urbanitos...grrr.

 

Sabrán que soy peatón empedernido 

y que mi territorio nunca orino,

yo solo doy la vuelta al Parque Hundido

en sueños mientras duermen mis tobillos;

si en mi tormento me la mienta el bicho,

de mí tendrá nomás este gruñido...grrr.

Pinche perro,

el gato no dejó de ser bestial felino;

pinche perro,

no eres más que un bobo lobo arrepentido,

pinche perro, tras tu fidelidad hay rabia y disimulo

y es por eso, que eres solo un pinche perro lameculos

 

 

BCTK, TE DEJAMOS EL VIDEO DE LA PRESENTACIóN COMPLETA EN EL CONVITE AQUí

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